mientras los medios hablan de “mano dura”; los gobiernos nacional y provincial lanzan políticas que convierten a la protesta social y a la pobreza en un crimen, y seguimos escuchando (cada vez con mas frecuencia) desde muchos sectores de la sociedad que la solución es la represión, la cárcel, la exclusión.
Lxs pibxs que vienen de los barrios más pobres ya casi no pueden pisar la ciudad: son golpeados y detenidos sólo por portación de cara. La brutalidad policial se ve reflejada en varias represiones que hubo recientemente: en 8 y 48 y en Plaza Moreno, por ejemplo. Además de esto, las cárceles provinciales albergan cada vez a más detenidos (ya superaron los 30 mil) la gran mayoría jóvenes y pobres con prisión preventiva: o sea personas que aún no han sido consideradas culpables!.
Ante esto, el Estado propone leyes como el código contravencional (que va a condenar a trapitos, a quienes la policía vea merodeando y a quienes se cubran el rostro, por ejemplo) que le da el poder a la policía para decidir quién delinque; y una ley de responsabilidad penal juvenil, que permite que lxs chicxs entren a la cárcel desde los 14 años.
Por todo esto, a lo largo de toda la semana vamos a estar realizando diferentes actividades que intentan responder ¿Por qué no queremos cachiporra? Va a haber muestra de fotos, siluetas y estadísticas sobre la represión en el hall. A lo largo de la semana estaremos proyectando un corto hecho por la APDN y uno sobre la desaparición de Luciano Arruga. El Jueves realizaremos un cine-taller donde proponemos poder profundizar sobre qué hablamos y qué pedimos cuando hablamos de inseguridad. Queremos decir que seguridad es no pasar hambre, tener un trabajo estable y una vivienda digna y no darle más poder a la policía.
La organizamos en conjunto distintas organizaciones que trabajamos todos los días por este tema, desde diferentes lugares: el AULE, el colectivo lanzallamas, la APDN y el colectivo de educación popular en cárceles.
Lxs invitamos a pasar por las jornadas, la muestra, los videos, el taller; a seguir pensando si la cachiporra es la solución; pero por sobre todo a ser parte. La única forma de revertir todo lo que estuvimos diciendo es participando. Hoy necesitamos organizarnos, juntarnos, abandonar el silencio. Ocupar los espacios públicos, pensarnos en colectivo. Los cuatro colectivos que organizamos esto (AULE, APDN, Lanzallamas, Colectivo de educación popular en cárceles) te esperamos, pero hay muchísimos espacios abiertos además que tenemos que llenar.