martes, 15 de junio de 2010

A 8 años de la Masacre de Avellaneda - Dario y Maxi viven en la lucha


En estos días se cumplirán 8 años de la masacre de Avellaneda en la que fueron asesinados dos compañeros -Darío Santillán y Maximiliano Kosteky-, y una vez mas vemos la necesidad de transmitir los que pensamos y sentimos. Hace casi 8 años los compañeros cortaban el puente Pueyrredón con una serie de reclamos como la implementación de un plan alimentario gestionado por las organizaciones, insumos para las escuelas y centros de salud, el desprocesamiento de luchadores populares y apoyo para las fábricas gestionadas por los obreros, etc. El país seguía convulsionado a solo 5 meses del argentinazo que por medio de piquetes, cacerolazos y puebladas, llevando como estandarte la consigna “que se vayan todos” tumbó de la presidencia a De la Rúa (UCR) y del Ministerio de Economía a Domingo Cavallo (paladín del neoliberalismo y antiguo ministro de Menem), además de a otros tantos políticos corruptos. Sin embargo las organizaciones populares no lograron la construcción de un gobierno propio que garantizara el poder del pueblo y el que ocupo la presidencia fue Eduardo Duhalde (PJ) ex gobernador Menemista. Él junto con miembros de su gabinete (Alfredo Atanasof, Jorge Matzkin, Carlos Ruckauf, Carlos Soria, Felipe Solá, Luis Genoud) y de las fuerzas represivas ordenó y planificó la represión que se cobraría las vidas de Darío y Maxi. A esto se le sumó la complicidad de los medios masivos de comunicación, que días antes realizaron un montaje intentando criminalizar la protesta y después del hecho ocultaron la información con la que contaban, difundiendo la falsa información de que las muertes se produjeron por un enfrentamiento entre distintas organizaciones sociales.

Hoy entendemos que la impunidad sigue vigente, vemos que “el gobierno de los derechos humanos” no avanzo en el juicio a los responsables políticos de la masacre de Avellaneda, vemos que algunos de los responsables materiales del asesinato de los compañeros fueron juzgados, sin embargo lejos están de ser juzgados los responsables intelectuales del asesinato, aquellos que a través de sus cargos de poder ordenaron y planificaron la represión, inescrupulosamente hoy forman parte de armados políticos que buscan presentarse a elecciones el año próximo. Estos mismo fueron aliados del Kirchnerismo, como Felipe Sola, ex gobernador bonaerense, ex diputado kirchnerista hoy diputado por el peronismo disidente. También el gobierno Kirchnerista es responsable de la impunidad, manteniéndose en el poder como garante de ésta. Manteniendo a las fuerzas represivas intactas desde la dictadura, proclamando una reconciliación con las Fuerzas Armadas y sin avanzar en los juicios a represores, criminalizando la pobreza y la protesta, encarcelando a luchadores populares. Muestras clara de esto son la desaparición de Luciano Arruga, en manos de la policía bonaerense también responsables de la desaparición de Julio López, testigo vital en el juicio a Etchecolaz. El gobierno ante esto no solo no investiga ni interviene la bonaerense sino que también hace desaparecer a los compañeros de sus discursos. Hoy a casi 4 años de la desaparición de López seguimos esperando respuestas, también esperamos que se comience a investigar el caso de Luciano Arruga que ya lleva más de 1 año desaparecido.

No es diferente la política económica de Cristina que sigue avanzando en el saqueo de los bienes naturales con vergonzosos apoyos y subsidios a la mega minería y a las empresas que saquean nuestros hidrocarburos, favoreciendo durante mucho tiempo el crecimiento del negocio sojero. Con la política del dólar alto, que devalúa los sueldos del pueblo y favorece a aquellos que solo piensan en lucrar vendiendo nuestros recursos al extranjero, como Techint que desde el 2003 mantiene ganancias extraordinarias gracias a la política económica del gobierno, gracias a los subsidios millonarios pero que frente a la crisis se niega a aumentar los sueldos de los trabajadores.

Al mismo tiempo el gobierno aplica el sistema de cooptación y represión hacia las organizaciones sociales, imponiendo a estos la sumisión absoluta a la estructura verticalista, clientelar y punteril del PJ (muchas son las organizaciones de DD. HH. y las organizaciones piqueteras que se subordinaron al gobierno) y reprimiendo y aislando a los movimientos que no están dispuestos a resignar su autonomía por migajas y que apuntan a construir un verdadero cambio social junto a desocupados, trabajadores, estudiantes, artistas, etc.

Todo esto se ve en que estas “alternativas” coinciden en criminalizar la pobreza, colocando en los medios de comunicación (de los cuales algunos candidatos son dueños) el tema de la inseguridad como si solo se solucionara con mas policías y cárceles, así creen que se terminan los problemas dando palos y balas para nuestros pibes que el único “error” que cometieron fue nacer y crecer en la pobreza que ellos mismos mantienen, dando más poder a las instituciones mas corruptas y represivas del país. Estos personajes lo único que garantizaran es la continuidad de la impunidad, del saqueo, del hambre, de la desocupación, de la injusticia. La vieja política, los personajes que ayer nos hicieron pasar hambre, desocupación, e injusticia, que se llevaron nuestra dignidad y la vendieron a las multinacionales y que nos saquearon nuestras tierras. La inseguridad es pasar hambre, no tener trabajo, y saber que tus hijos van a ser pobres con el solo hecho de nacer. Inseguros nos sentimos cuando vemos a los asesinos como Duhalde, los que robaron al pueblo como Atanasof y Lopez Murphy, los que vendieron nuestro país como Macri, los oportunistas como Solá y Carrió, ocupando el poder político o con posibilidad de ocuparlo.

Tenemos que luchar por salarios y por condiciones de trabajos dignas. Tenemos que lograr una seguridad social que permita que todas las familias, las que consiguen empleo y tengan un plato de comida en su mesa. Tenemos que tener salud, educación, vivienda, justicia. Para conseguir todo esto, tenemos que ir generando lazos que nos unan con nuestras/os iguales. Tenemos que hacer posible más organización popular que nos ponga en otra situación de fuerzas. Nuestros iguales son aquellos y aquellas que luchan por otro presente y otro futuro. Sólo la unidad y organización popular irá creando las condiciones para otra realidad, solo con el cambio social lograremos justicia para los compañeros caídos en la lucha, y para quienes seguimos luchando!

Por Trabajo, Dignidad, Cambio Social

Frente Popular Dario Santillan