miércoles, 21 de marzo de 2012

Ellx@s no querían un capitalismo en serio: una juventud que sigue luchando.


Algo que escuchamos todo el tiempo del gobierno y los medios oficialistas es que desde el 2003 hasta hoy los jóvenes se interesaron por la política, empezaron a militar. La muerte de Nestor mostró que realmente hay miles jóvenes que vuelven a reivindicar la política, que desafían el no te metás y se lanzan a la participación.

Esta juventud se considera heredera de otra, que hoy estamos conmemorando: aquella que en la década del 70 se organizó y llegó incluso a abrazar la lucha armada; que nunca se resignó, jamás abandonó las banderas del socialismo. Fue una generación que se jugó todo.

Desde el oficialismo nos dicen que retomar esa tradición acompañar lo que se hace desde arriba, desde aplaudir la política que deciden y ejecutan otr@s. Por eso, estas organizaciones, que dicen representar a la juventud que vuelve a la política terminan votando la ley antiterrorista.

Como izquierda independiente formamos parte de otra juventud: una que entiende a la política como herramienta de transformación. Es que desde el 2001 aprendimos que sino la hacemos nosotros, la política la hacen otros.

No estamos dispuestos a, en nombre de “contradicciones”, “realismos” ycorrelaciones de fuerzas”, aceptar que nos dirijan economistas formados en universidades neoliberales y gobernadores que no paran de prometer más y más policía en los barrios para estar más y más en sintonía con la seguridad mediática. Sabemos que si no queremos “ser jóvenes viejos”, como nos alertó décadas atrás Salvador Allende, tenemos que hacer a un lado cualquier posibilismo impropio de la juventud, manteniendo nuestra rebeldía ante cualquier injusticia sin esperar la “bajada de línea” de más arriba para saber si podemos o no denunciarla.

Esta semana homenajeamos a la juventud de una forma que aun no pasó de moda para nosotros: el de seguir sintiendo en lo más hondo cualquier injusticia cometida en cualquier parte del mundo.