El año 2010 se encontró marcado por fuertes conflictos, que en cierta medida nos abren un panorama muy diferente para pensar la Universidad y pensarnos en ella. Desde el conflicto por el aumento del comedor, la apertura del albergue, hasta la reforma del Régimen de Enseñanza y Promoción (R.E.P) nos enseñan que tanto en la Universidad en general, como en la Facultad en particular comienzan a repensarse las estructuras universitarias: nuevas (viejas) formas de pensar el financiamiento, el bienestar estudiantil, los reglamentos internos, las falencias en ciertos palanquines institucionales, etc. En definitiva desde la institución se replantea la política destinada al sector universitario.
Si bien no podemos atribuir el mismo signo a todas estas reformulaciones, observamos un factor común que es decisivo a la hora de hacer un balance sobre estos cambio; el proceso de organización y lucha por parte de lxs estudiantes al encararlos.
Y un excelente ejemplo, es el proceso que se dio durante todo el 2010 en Intercomisiones, para reformular el reglamento que regula el funcionamiento de las Juntas Consultivas Departamentales. Desde hace quinquenios un reclamo histórico de lxs estudiantes pasa por la democratización. Un paso clave en la transición de este sendero se encuentra en las Juntas Departamentales, presentes en todas las carreras de Humanidades.
Estas Juntas, (constituidas por representantes de los claustros estudiantes-graduados-profesores) discuten temas que hacen específicamente a su carrera; desde las selecciones y concursos docentes, cursos de ingreso, elección de evaluadores de tesis, hasta el plan de estudios, los congresos o los programas y funcionamiento de las cátedras. Sin embargo, por mucho tiempo estas Juntas cumplieron un papel de simple asesoramiento al Director del Departamento, figura que, legalmente, tenía la potestad de decidir sobre todas estas cuestiones.
Un reclamo histórico de lxs estudiantes no agrupadxs, los espacios, las agrupaciones y las asambleas de Humanidades ha sido la modificación del carácter de estas Juntas. Dejar atrás el carácter asesor, para convertirse en un órgano democrático de decisión de las políticas hacia las carreras.
Y es en este sentido que durante todo este año se emprendió desde Intercomisiones, una importante lucha en pos de estos cambios. En el mes de abril se constituyó en el Consejo Directivo, una comisión ad hoc para cambiar la ordenanza que regulaba a las Juntas, constituida por estudiantes, graduado y profesores.
En este sentido, este proceso debe dejarnos algunas lecciones. Los delegadxs a esta comisión ad hoc fueron electos por consenso en Intercomisiones. De igual forma, las decisiones que se llevaron a dicha comisión fueron discutidas por todxs lxs participantes de Intercomisiones en reuniones abiertas a todxs lxs estudiantes. Y se generó un proceso realmente genuino de discusión acerca de la institución, el rol de los diferentes claustros, el papel del estudiantado, la forma y modos de representación estudiantil, la voz en los órganos de co-gobierno.... el status quo institucional.
Al finalizar el año, el espacio de Intercomisiones demuestra la importancia de la organización y se planta completamente enriquecido. Lxs estudiantes hemos avanzado con paso firme hacia la democratización. Entre los logros que se encuentran contemplados en la nueva ordenanza que regulará Juntas (y se pondrá en vigencia a partir del 15 de diciembre del 2010), encontramos tres puntos neurálgicos:
Las Juntas dejan de ser consultivas en forma y contenido: ahora las Juntas serán asesoras del Consejo Directivo.
La composición de las mismas, dejará de otorgar el 50% de representantes al claustro Profesores, para convertirse en órganos más igualitarios de decisión: antes estaba compuesta por 3 profesores, 2 estudiantes y 1 graduado, y ahora pasará a componerse de 3 profesores, 3 estudiantes y 2 graduados o ayudantes diplomados.
Avanzamos hacia una mayor planificación y clarificación de las políticas a aplicar por los departamentos. Con la vieja ordenanza, el Consejo Directivo elegía a dedo a los diferentes Directores de Departamento. Con la nueva, se deberá elaborar un proyecto completo de gestión del Departamento a aplicar en los cuatro años subsiguientes; este proyecto posteriormente será llevado a las Juntas Departamentales las cuales evaluarán el proyecto y emitirán su opinión al respecto, para finalmente volver a volverse en el Consejo Directivo.
Con este triunfo al hombro, lxs estudiantes de la Facultad de Humanidades comienzan un nuevo período de democratización. Felicitamos al espacio de Intercomisiones por su constancia y carácter a la hora de discutir inter e intra-claustro y esperamos que este sea el puntapié para profundizar este proceso.